En lo que se está convirtiendo en una especie de tema recurrente en la cobertura de noticias de PCG esta semana, un sacerdote católico en Pottstown, Pensilvania, ha sido acusado por la policía de gastar más de 40.000 dólares del dinero de la Iglesia en juegos móviles. A saber, Candy Crush, Mario Kart Tour, Pokémon Go, varios juegos de máquinas tragamonedas y objetos ocultos, y Cash Frenzy.

Según informó The Philadelphia Inquirer (a través de Kotaku), la policía de la Autoridad Palestina acusó al reverendo Lawrence Kozak de utilizar una tarjeta de crédito vinculada a la parroquia de Saint Thomas More para gastar 41.879,83 dólares en juegos adictivos durante varios años. Según la declaración jurada de la policía, las compras incongruentes con la tarjeta de crédito de la iglesia se remontan a 2019, y los funcionarios de la iglesia llamaron la atención de la policía por primera vez sobre la situación en 2022.

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Dario Reblon
Me apasiona la fotografía y la tecnología que nos permite hacer todo lo que siempre soñamos. Soñador y luchador. Actualmente residiendo en Madrid.