Originarios de Nueva Caledonia, los fundadores de Awaceb Phil Crifo y Thierry Boura ahora tienen su sede en Montreal, aunque su equipo está disperso internacionalmente. Una necesidad: la isla oceánica está completamente desprovista de una industria de videojuegos. Sin embargo, chía no es fruto de fantasías desarraigadas. Bien, elmundo abierto se construye desde cero. Su topología no es verdadera, es probable. Pero esta necesaria infidelidad se acomoda a los límites técnicos y humanos del estudio que, si hay que recordarlo, resulta especialmente reducido para un proyecto tan ambicioso. Nuestra epopeya se divide entre las islas de Madra Nöj e Ija Nöj, pobladas por coloridos personajes que representan al verdadero pueblo de Nueva Caledonia en su diversidad y contradicciones. Primera hazaña: chía está íntegramente doblada al francés y al Drehu, una lengua indígena de la que sólo quedan doce mil hablantes. Entonces, Awaceb solo trabajaba con habitantes locales, a veces actores profesionales, a veces simples ciudadanos, actores durante la duración de un personaje. Un amateurismo en el sentido más noble del término que se escucha a menudo, es cierto, pero que revela todo el respeto mostrado por la cultura de Nueva Caledonia. chía es ante todo un juego para ser escuchado. En este idioma que nos es desconocido, o en el acento de los francófonos, ya se puede escuchar la sinceridad desnuda que iluminará nuestra aventura.

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German Marla
Si hubiera una ciencia basada en el código binario, sería su principal deboto. Dame juegos y circuitos y me harás feliz. Residiendo en Sevilla.