Jusant lo consigue siendo totalmente singular. Desde el salto tienes un objetivo: escalar. Todo lo demás está al servicio de ese único objetivo.

Quizás sea una afirmación obvia, pero es más evidente (y más interesante) en la mecánica del juego. El desarrollador Donʼt Nod pensó seriamente en trasladar el acto de escalar montañas a un controlador de videojuego; controlas cada mano individualmente, cuándo subes, dónde crear puntos de anclaje, etc. Te pide que pienses en cada movimiento que haces y consideres tu camino a seguir. En ese sentido, es un juego de rompecabezas, pero que imita perfectamente el aspecto físico del deporte del que toma prestado.

Al igual que Death Stranding lo hizo con el senderismo en 2019, Jusant tiene que ver con el trabajo de movimiento y la cuidadosa consideración de navegar por terrenos naturales. Esa es una posición única para un juego. Muchos juegos quieren que el movimiento se sienta sin esfuerzo; ayuda a crear la diversión. Pero la diversión de Jusant radica en su arduo trabajo, en completar desafíos complejos que requieren tiempo y una cuidadosa consideración. Y lo hace con un éxito sorprendente.

Jusant no se parece a muchas otras cosas y seguramente será una de las joyas ocultas de 2023, y tal vez una de las joyas ocultas del catálogo de Don't Nod, conocido principalmente por sus juegos de aventuras narrativas como Life Is Strange. Pero si está ansioso por vivir una experiencia diferente, sería negligente no realizar esta subida.

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Dario Reblon
Me apasiona la fotografía y la tecnología que nos permite hacer todo lo que siempre soñamos. Soñador y luchador. Actualmente residiendo en Madrid.