La Ley CHIPS se promulgó en agosto de 2022. Su objetivo es impulsar la fabricación de semiconductores con sede en EE. UU., y no solo por razones comerciales, sino por razones estratégicas más amplias, incluido el deseo de reducir la dependencia de la fabricación en Asia. Parte del dinero asignado para atraer a los fabricantes de chips a suelo estadounidense pronto fluirá, y Samsung, Intel y TSMC recibirán miles de millones en subvenciones y subsidios.
Bloomberg informa que Samsung está preparado para recibir 6.000 millones de dólares en financiación federal, TSMC está previsto que obtenga más de 5.000 millones de dólares, mientras que Intel podría recibir hasta 10.000 millones de dólares. Las tres empresas tienen plantas en EE. UU. planificadas o en construcción.