Lo que hace mágico a Breath of the Wild es que despeja años de diseño de mundo abierto triple A. En lugar de llenar Hyrule con íconos que te dicen a dónde ir, permite a los jugadores forjar sus propios caminos. Solo tiene una misión obligatoria: destruir a Ganon. Como puede hacerlo de inmediato, todo lo demás es opcional. Incluso los juegos más grandes te obligan a adherirte al camino de una narrativa lineal principal. En BOTW, el enfoque de un jugador para matar a Ganon puede ser totalmente diferente al de otro. ¿Completas las cuatro mazmorras principales? ¿Buscar la Espada Maestra? ¿Edificar vuestros corazones? La belleza de todo esto: no hay una respuesta incorrecta.

Link puede escalar cualquier superficie, lo que significa que, siempre que tenga la resistencia, puede llegar a la cima de cualquier montaña y crear numerosos caminos hasta su destino. Hyrule también opera con física y principios realistas para que los jugadores experimenten (es decir, todos los objetos metálicos conducen electricidad). Cuenta con cientos de santuarios con acertijos concisos y entretenidos y numerosos misterios, ya sean dragones majestuosos o una isla que es más de lo que parece. Rocas de Breath of the Wild por promover la improvisación y la creatividad más que nada. Su legado se ha consolidado gracias a un número creciente de títulos tomados de su libro de jugadas, como Genshin Impact e Immortals Fenyx Rising. | Nuestra revisión

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Dario Reblon
Me apasiona la fotografía y la tecnología que nos permite hacer todo lo que siempre soñamos. Soñador y luchador. Actualmente residiendo en Madrid.