Con la ausencia de Diogo, en viaje de negocios en el momento del rodaje, a Guillaume le encomendaron la misión de calentar su asiento, y de volver a participar en L’Hebdo, si el corazón se lo decía.
Con la ausencia de Diogo, en viaje de negocios en el momento del rodaje, a Guillaume le encomendaron la misión de calentar su asiento, y de volver a participar en L’Hebdo, si el corazón se lo decía.