Durante la mayor parte de mi tiempo inicial con Elden Ring, experimenté graves caídas en la velocidad de fotogramas; algunas de estas caídas hacían que la velocidad de fotogramas cayera a menos de la mitad del promedio e incluso a 0 fps en ocasiones. Esto tampoco parecía tener muy poca correlación con lo que realmente estaba sucediendo en la pantalla.

Para tratar de llegar al fondo de esto, probé todas las configuraciones gráficas y ajustes preestablecidos, aunque nada pareció mitigar el problema. Incluso dejé mi juego en ejecución, con mi personaje parado en el mundo, durante más de 25 minutos para ver cuándo y por qué ocurría el tartamudeo. No había ninguna razón obvia para ello. Ningún enemigo se cruzó en mi camino, y la única variable real durante la ejecución fue el ciclo diurno y nocturno. Aunque el tartamudeo no parecía coincidir de ninguna manera que me convenciera de que se debía a eso de alguna manera.

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Dario Reblon
Me apasiona la fotografía y la tecnología que nos permite hacer todo lo que siempre soñamos. Soñador y luchador. Actualmente residiendo en Madrid.