Ha habido asociaciones de Capcom para desarrollar secuelas de su catálogo, como Bionic Commando y DmC Devil May Cry. Ha habido numerosas adquisiciones de estudios especializados en juegos de PC por parte de SEGA. Ha habido actividad editorial de Bandai Namco para proyectos originales, como Dead to Rights, Enslaved o, más recientemente, Project CARS. Si bien todos ven una grave crisis de influencia de los desarrolladores japoneses, cada uno de los gigantes responde a su manera. De este declive japonés, Square Enix es quizás el mayor símbolo, el ejemplo perfecto para analizar en profundidad las causas de esta tendencia que se hizo evidente durante la segunda mitad de la década de 2000. Una Square Enix que también reaccionará invirtiendo en el West, llegando incluso a comprar una editorial local.

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German Marla
Si hubiera una ciencia basada en el código binario, sería su principal deboto. Dame juegos y circuitos y me harás feliz. Residiendo en Sevilla.